¿Cómo preparar la calefacción para el invierno?

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Con el invierno llamando ya a nuestra puerta, es hora de preparar la calefacción para lo que está por venir. Porque lo que menos queremos es que, cuando el frío haga acto de presencia, nuestra casa no esté preparada para afrontarlo.

Por eso, lo inteligente es aprovechar estas últimas semanas del otoño para comprobar que todo está en orden y asegurarnos de que funcionará correctamente cuándo llegue el momento de encender la calefacción. Así, si detectamos cualquier problema, podemos solucionarlo a tiempo y con tranquilidad.

La importancia del confort térmico

Humanos y animales pasamos frío cuando llega el invierno, y por eso es importante que los espacios en los que pasamos buena parte de nuestro día (ya sea nuestra casa o nuestro lugar de trabajo) estén bien climatizados y nos aporten confort térmico.

Porque, sin este último, desarrollar nuestra vida se convierte en algo extremadamente complicado. Hasta la actividad más sencilla, como estar en el sofá viendo una película, se puede convertir en una tortura si mientras lo hacemos estamos sintiendo frío.

Pasar mucho tiempo en un sitio con baja temperatura no solo es desagradable, sino que es perjudicial para nuestra salud. El frío aumenta las posibilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares, afecta a la respuesta inmunitaria y puede reducir nuestra capacidad de concentración.

A fin de evitar estos problemas, lo mejor es que tanto nuestra casa como nuestro espacio de trabajo estén a una temperatura óptima durante el invierno. Que es aquella que nos permita sentirnos a gusto mientras llevamos ropa abrigada. Sí, porque el confort térmico no es equivalente a estar en casa en manga corta mientras fuera las temperaturas están bajo cero.

Para conseguir una sensación de confort las estancias deberían estar a una temperatura de 21º C. Todo lo que esté por encima de eso puede hacer que nuestra salud se vea afectada cuando salgamos a la calle y, además, incrementará de forma notable la factura eléctrica.

Preparar la calefacción para la llegada del invierno

Ahora que sabemos lo importante que es el confort térmico, es hora de ver cómo debe ser el mantenimiento de nuestro sistema de calefacción para que estemos a gusto cuando lleguen las bajas temperaturas.

Purgar los radiadores

El circuito que lleva el agua por los radiadores puede acumular aire, y este provoca que los elementos no calienten bien, lo hagan de forma desigual y hasta hagan ruido. Incluso aunque no hayas notado nada raro, antes de que comience el frío deberías purgar todos los radiadores de la casa. Para hacerlo solo necesitas contar con un destornillador y un pequeño cubo para recoger el agua que pueda salir de los aparatos.

El purgador es una válvula pequeña que encontrarás en la esquina del radiador. Si tus aparatos de climatización son más modernos, contarán con un sistema de purgado automático.

Al girar la válvula (hazlo suavemente y con la calefacción apagada) el aire que hay en el circuito empezará a salir hacia fuera. Cuando el radiador esté libre de burbujas de aire comenzará a soltar agua. Entonces es momento de cerrar la válvula y trabajar con el resto de unidades de la casa.

Comprobar las válvulas

En este caso no hablamos de la válvula para purgar sino de la válvula que deja pasar el agua hacia el radiador. Sean o no termostáticas, asegúrate de que giran correctamente y cumplen con su función de abrir y cerrar el circuito, porque esto es lo que te permite regular la cantidad de calor que emitirá cada aparato.

Si notas cualquier tipo de problema, soluciónalo cuanto antes, ya sea cambiando la válvula tú mismo o llamando a un especialista.

En caso de que quieras conseguir una mejor eficiencia térmica en cada habitación y además ahorrar, plantéate ahora el cambio de las válvulas normales por unas termostáticas. No son caras y te permiten regular la temperatura en cada habitación. Lo notarás tanto en la factura energética como en materia de confort térmico.

Limpiar los radiadores para preparar la calefacción

De cara a la nueva temporada todos los elementos de climatización deberían estar limpios. Muchas veces los radiadores están limpios en la cara exterior, pero suelen acumular suciedad en la parte que está pegada a la pared.

Pasa un plumero por toda la superficie para eliminar el polvo, limpia la misma con ayuda de un paño húmedo y sécala bien.

Un radiador bien limpio es un aparato que se deteriora mucho menos. Con frecuencia, son las manchas no eliminadas las que, al contacto con el calor, acaban convirtiéndose en marcas perpetuas que hacen que los elementos de climatización se vean viejos y desgastados.

Si tus radiadores están feos y crees que necesitan una mano de pintura, consulta antes con un especialista. Una incorrecta aplicación de la pintura puede hacer que pierdan parte de su poder calorífico.

Quitar obstáculos

Si durante el verano has puesto en los radiadores o cerca de ellos algún elemento que pueda ser peligroso que se caliente, o que pueda impedir la distribución del calor, es hora de cambiarlo de lugar.

El radiador debe estar lo más despejado posible. Solo así conseguirás que el calor se distribuya de forma uniforme por toda la habitación.  

Comprobar la caldera

El siguiente paso para preparar la calefacción es que te asegures de que todo está bien en la caldera. Presta mucha atención a la presión y asegúrate de que el agua está en los niveles indicados, si no es así, rellena el circuito.

Por ley, las calderas deben revisarse periódicamente, pero lo más aconsejable es hacerlo todos los años. Si todavía no has hecho la revisión de este año, procura hacerla antes de que comience la temporada invernal.De esta forma, si hay algún problema con el dispositivo, podrás arreglarlo a tiempo.

Si tu caldera tiene «modo invierno» y «modo verano», está claro que ha llegado el momento de hacer el cambio de uno a otro. Tampoco está de más que hagas una limpieza del aparato para evitar que la acumulación de polvo y suciedad pueda afectar a su rendimiento.

Revisar el termostato

El termostato es el encargado de dar la orden de encender y apagar la calefacción, así que también hay que asegurarse de que funciona bien. Comprueba que desde él puedes conectar y desconectar el sistema de radiadores a tu antojo. Pero ve un poco más allá, enciende la calefacción y haz pruebas subiendo y bajando la temperatura para asegurarte de que funciona realmente bien.

En caso de que todavía no tengas un termostato digital es momento de plantearte hacer el cambio. Es un dispositivo con un precio bastante ajustado (por entre 30 y 60 euros puedes encontrar modelos de calidad) que te ayudará a tener un mayor control sobre la calefacción. Puedes programar el encendido y el apagado o incluso cambios de temperatura a diferentes horas. Esto te permitirá tener tu casa en un nivel de confort térmico óptimo y, además, ahorrar.

Hacer un «ensayo general»

Ahora que lo has revisado todo, es hora de comprobar que el funcionamiento es el correcto. Escoge un día que estés en casa para encender la calefacción por primera vez y revisa que la caldera opere correctamente y que los radiadores funcionen de manera adecuada. Si todo va bien, puedes apagar la calefacción y contar con la seguridad de que calentará cómo es debido cuando de verdad la necesites.

En caso de que hayas notado cualquier tipo de problema, es momento de llamar a un especialista para que haga una revisión profesional y determine dónde está el fallo y cómo se puede solucionar.

Revisar el aislamiento de la casa

Además de preparar la calefacción, debes asegurarte de que tu casa está en óptimas condiciones para recibir el invierno. Porque si la vivienda no está bien aislada gran parte del calor proporcionado por los equipos de climatización puede diluirse a través de puertas y ventanas.

Para evitarlo, asegúrate de que no hay puntos de fuga. Si detectas su presencia, es hora de buscar soluciones. Algo tan sencillo como un burlete de espuma o de goma instalado en los marcos de puertas y ventanas conseguirá que estás cierren mejor y que el frío del exterior no penetre en la casa.

Esperamos que estos consejos te hayan servido de ayuda para preparar la calefacción para el invierno. Ya sabes qué, si quieres proteger tu hogar y a tu familia al máximo, nos tienes a tu disposición.