Tener un hijo es el sueño de muchas parejas en nuestro país. De hecho, cada vez son más las que invierten en tratamientos de fertilidad para lograrlo. Pero, ¿cuál es la mejor edad para ser padres? ¿Ha cambiado esta percepción con el nuevo estilo de vida?
Edad biológica para ser madre
La ciencia siempre ha apostado por madres jóvenes que tengan hijos a los 25 años. Esta es la edad que se considera perfecta para que una mujer sea madre. No podemos negar que las condiciones físicas no son las mismas a los 25 que a los 40. Sin embargo, esta edad se ha ido retrasando con el paso de los años.
Hoy en día, lo más habitual es encontrarnos con mujeres que son madres por primera vez a los 35 e incluso a los 40 años de edad. La incorporación de la mujer al trabajo, así como los nuevos ritmos de vida, han provocado este retraso en la maternidad. Un hecho que además ha dificultado la concepción. Y es que cada vez aumenta el número de parejas que no pueden tener hijos sin ayuda o que directamente tienen que recurrir a la adopción para ser padres.
Aspectos económicos relativos a la maternidad/paternidad
Las parejas jóvenes encuentran muchas dificultades para poder mantener a sus hijos. Por este motivo, muchas de ellas esperan a asentar sus vidas para poder ser padres. Todos hemos querido dar siempre lo mejor a nuestros hijos, y esto no solo implica una situación económica estable, sino también un estado de salud adecuado. Aquí entra en contraposición la idea de ser madre joven o madura. Una mujer con 25 años tiene las facultades físicas perfectas para concebir hijos sanos y dar a luz sin complicaciones. Sin embargo, posee muchas menos posibilidades económicas y madurez para mantenerlos.
¿Hay una edad perfecta para tener un hijo?
Si tenemos en cuenta los condicionantes de salud física y mental, así como la situación económica de una pareja o mujer soltera, se puede decir que la mejor edad para tener un hijo, hoy en día se ubica desde los 30 y hasta los 35 como máximo.
Tener un hijo es una decisión que no debe tomarse a la ligera. Por desgracia, aún siguen existiendo barreras que impiden a las mujeres ser madres en el momento que ellas más desean. Estamos hablando, sobre todo, de la falta de ayudas para la conciliación de la vida laboral y familiar. Esto supone un impacto muy importante en la carrera de una mujer cuyo deseo es ser madre.
