Actualmente, cada vez se compran más casas de segunda mano y menos de obra nueva. Esto conlleva un incremento de las reformas en casa para adaptarla a las necesidades y gustos de los nuevos propietarios. Hoy te hablamos detenidamente sobre las obras y el seguro de hogar, cómo afectan y qué coberturas existen.
Las obras que se llevan a cabo en casa pueden ser derivadas de adaptar la vivienda para vivir cómodamente, porque haya que llevar a cabo reparaciones necesarias. Pero también está la opción de llevar a cabo una reforma porque queramos cambiar o añadir elementos en la casa. En función de la intención de las obras, el seguro tendrá cobertura o no.
Cómo afectan las obras a mi seguro
Si las obras que estamos haciendo en casa se deben a un siniestro, un accidente como un incendio, una inundación o un derrumbe, y esta reforma sirve para reparar la casa y hacerla de nuevo habitable, estarán cubiertas por el seguro de hogar.
Este tipo de seguro es el que cubre el continente, que cubrirá los daños que sufra la estructura de la casa y los elementos que la componen. También referente a las tuberías y los sistemas de calefacción o climatización de la casa. En este caso el seguro se hará cargo de los gastos de las obras, pues son consecuencia de los daños que se han ocasionado en el continente.
Sin embargo, para las obras que realizamos en casa y que son decisión nuestra para mejorar, añadir o quitar algún elemento o estructura, los gastos corren por nuestra cuenta. De todas formas, aunque sea nuestra decisión reformar una habitación, sea porque queremos cambiar algo o por el simple desgaste de la vivienda, y el seguro no corra con los gastos, existen algunas obras de mantenimiento que sí pueden estar incluidas en la póliza.
El seguro cubre las reformas necesarias, no las voluntarias
Las mejoras voluntarias de cualquier parte de la casa correrán a nuestra costa, pero si queremos hacer obras en el tejado solo porque creemos conveniente cambiarlo antes de que pueda deteriorarse más y causar problemas mayores a la casa, debemos consultar con el seguro. En algunos de estos casos, la póliza cubre este tipo de obras.
Si nuestro seguro no cubre las reformas que llevamos a cabo de forma voluntaria, debemos hacerlas por nuestra cuenta. Para esto hay que asegurarse de que el contratista que va a hacer la obra tenga contratado un seguro de responsabilidad civil que cubra los daños que pudiera ocasionar la realización de la reforma.
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