Tanto si hemos adquirido un coche nuevo como si se trata de uno ya usado, es imprescindible contar con una póliza para poder circular. Sin embargo, en este último caso, debemos tener en cuenta algunos aspectos. Te contamos todo lo que necesitas saber sobre un seguro para coches de segunda mano.
Qué tipo de coche vamos a comprar
Lo primero que debemos tener en cuenta con un seguro para coches de segunda mano es el vehículo en sí. Esto se debe a que a la hora de cubrirlo, no es lo mismo un coche completamente nuevo que otro que ya cuenta con un kilometraje, ya que los riesgos son diferentes. Además de los años, habrá que valorar también el perfil del conductor y los años que tiene de carné.
Cuando se supera la década de antigüedad, es frecuente que nos encontremos con ciertas dificultades para contratar más allá de la Responsabilidad Civil, que es la que cubre los daños a terceros en caso de accidente. Coberturas extra como los incendios podrían quedar excluidas de las pólizas o tener un precio muy elevado. Todo dependerá de las condiciones de cada aseguradora.
Las opciones en un seguro para coches de segunda mano
Si ya tenemos claro el vehículo que vamos a adquirir, comienzan los trámites del seguro para coches de segunda mano. No obstante, antes de ello es necesario pagar la tasa para el cambio de titularidad o el impuesto correspondiente.
La documentación que vamos a necesitar para la póliza son el carné de conducir, la ficha técnica del vehículo, el certificado de la ITV si la antigüedad es superior a cinco años de fabricación, y la póliza anterior si contamos con ella. En algunos casos, como en los seguros a todo riesgo, puede ser necesaria la certificación de un perito para verificar el estado del vehículo.
En el caso de que existiera una póliza anterior, antes de contratar un nuevo seguro para coches de segunda mano, debemos rescindir el anterior con una comunicación escrita a la compañía aseguradora. Si deseamos mantener el mismo, el antiguo propietario debe estar de acuerdo y haremos una transmisión con un cambio de tomador. Hay que tener en cuenta que la aseguradora puede oponerse.
Qué coberturas tener en cuenta
Como hemos indicado, podemos tener dificultades para la póliza a todo riesgo, pero si el coche no tiene demasiados años, quizás sí sea posible y nos convenga este tipo de seguro. En lo que respecta a las coberturas, lo que nos interesa tener incluido es la avería mecánica, conocida como garantía mecánica. Aunque esta suele obtenerse con mayor probabilidad en talleres y concesionarios.
Añadir este tipo de seguro como vendedores de un coche de segunda mano, aumenta las posibilidades de hacerlo. Y si somos los compradores y el vehículo tiene más de 3 años o un rodaje superior a 100.000 km, es interesante solicitarlo. El desgaste y los accidentes no se incluyen en esta garantía.
El segundo punto importante es la asistencia en carretera, dado que la fiabilidad del vehículo es menor. Por lo tanto, debemos comprobar que contamos con ella y si está incluido el traslado al taller. A veces puede incluirse también un conductor especial para casos urgentes.
