Dolor de espalda y cuello: cómo sentarse bien para trabajar

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en todo el mundo unos 1.710 millones de personas sufren trastornos músculo-esqueléticos que, entre otras consecuencias, causan dolor de espalda y cuello. En esta línea, la población de Andorra no queda excluida de esta estadística mundial. Así, los andorranos y las andorranas que están activos laboralmente quedan afectados por esta circunstancia que, según la misma organización, es la principal causa de discapacidad en todo el mundo. Además, se debe de recalcar que las personas afectadas por estos trastornos en la espalda y el cuello temporalmente tienen limitada su movilidad. Esto, a la larga, provoca jubilaciones anticipadas o menores niveles de bienestar o capacidad de participación social.

Es obvio que determinados gestos y rutinas que hacemos en el día a día influyen en el dolor de espalda y cuello. Está claro que el entorno laboral, donde pasamos más horas al día, es el lugar donde adquirimos hábitos que no son sanos y causan estas molestias. Se pueden evitar y también se pueden paliar, pero, para ello, es imprescindible cambiar las rutinas y determinados hábitos adquiridos que, al final, son prejudiciales para nuestra salud. Y, aunque parezca algo normal, por la cantidad de personas que sufre estás molestias no lo es. Merece la pena cuidarse y tener una calidad de vida inmejorable; es hora de mimarse y poder, así, disfrutar de una vida saludable.

Consejos para evitar el dolor de espalda y cuello

Los trabajos sedentarios favorecen la aparición del dolor de espalda y cuello. El hecho es que se pasan muchas horas sentados en el trabajo, y la falta de movilidad, en general, no es nada saludable. Tampoco cuando esta está asociada a una mala postura. Así, la consecuencia de estos es sufrir dolor de espalda y cuello, e incluso otras molestias. ¿Cuántas horas estás en la oficina? ¿Tienes un trabajo de media jornada? Lo normal es que una jornada laboral sea de ocho largas horas. Además, le has de sumar el hecho de si te desplazas en coche o en autobús… siempre sentado.

Pon el foco en este aspecto: reflexiona el tiempo que pasas sentado a lo largo del día, y no solo eso. ¿Cómo te sientas en la oficina o en el autobús? Si te fijas en estos puntos, el dolor de espalda y cuello quedará más alejado de lo que te puedes llegar a imaginar.  Al margen de la OMS, otras organizaciones como la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo señala que entre un 60% y un 90% de la población, en algún momento de su vida laboral, será víctima de dolor en la zona lumbar o las cervicales.

Noventa grados que te alejan del dolor

Si te fijas bien, normalmente casi nadie tiene ajustada la altura del asiento en la oficina en relación con la mesa. Por tanto, un gesto tan sencillo como regular la altura de la mesa y la silla es básico para que después no tengas molestias. La forma de hacerlo es sencilla; al sentarte, comprueba cómo apoyas los antebrazos en la mesa: deben formar un ángulo de 90 grados con los brazos. Si es así, lo estás haciendo bien. De lo contrario, tienes que hacer este pequeño ajuste para que los hombros no se ‘agarroten’ después de la jornada laboral.

Otro aspecto a tener en cuenta, en esta coyuntura, es prestar atención a las piernas. Estas no se deben de quedar colgando; los pies deben de apoyarse en el suelo. Y si tienes reposapiés sería lo ideal o como norma, al menos, que no se queden el aire. De momento, dos de los consejos que te hemos dado tienen que ver con hábitos que ni tan siquiera son perceptibles, en el sentido que son aspectos a los que no se les suele dar demasiada importancia. Y, sin embargo, la tienen.

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Cuidado con la vista

Asociado a estas malas costumbres está la posición en la que se pone la cabeza, y que es el origen de muchos dolores de cuello y de espalda. Por ello, procura mantener la cabeza elevada. Lo que ocurre es que se tiende a echar hacia delante el cuello y se encorva un poquito, provocando que tu barbilla se acerque al pecho. El resultado de esta ecuación es dolor de cuello, hombros y espalda. ¿Qué hacer? Es muy sencillo: mantén la cabeza elevada, ajusta la pantalla del ordenador, y asegúrate de no tener que necesitar doblar el cuello para prestar atención a los datos de la pantalla.

Por otra parte, piensa que contar con un reposapiés no está de más. No obstante, no es necesario. En el caso de tener uno, piensa que su función es facilitar un apoyo total de la planta de los pies y su altura e inclinación deben de ser ajustables. Este dispositivo es útil para la musculatura de las piernas. Y, además, ayuda a que los muslos presiones menos contra el borde anterior de la silla y así se estimula la circulación de la sangre.

Regla de oro

La espalda tiene que estar siempre recta, y esta es la clave para evitar o minimizar el dolor en esta zona. Sin embargo, hay personas que tienden a sentarse en el borde de la silla. Si tú eres una de ellas, deja de hacerlo, pues este mal hábito contribuye a generar problemas de circulación. Te recomendamos, para evitarlo, colocarte tan para atrás como puedas en el asiento, intentando mantener la espalda recta. El truco es que haya una leve separación entre las piernas. Este buen hábito te ayudará a combatir el dolor de espalda y cuello.

¿Trabajas con un portátil? Lo mejor es que lo pongas sobre un soporte, y que cuando escribas lo hagas con un teclado inalámbrico. De esa forma, evitarás la tensión que se genera en las cervicales y las dorsales por la tendencia de echarte hacia delante. Por otra parte, es relevante que te mantengas hidratado para evitar el dolor de espalda y cuello. Has de beber, como mínimo, entre litro y medio y dos litros de agua al día. Esto es así porque la hidratación de los discos intervertebrales permite que tengas una espalda sana, y te ayudará también a reducir los niveles de estrés en el trabajo.

¿Qué haces con las piernas?

El dolor de espalda y cuello también está vinculada a la posición de tus piernas. No debes de cruzar las piernas bajo ningún concepto. Aunque es normal que lo hagas porque pasas muchas horas sentado delante del ordenador. Y, a veces, sin darte cuenta al cambiar de postura, cruzas las piernas. Si las piernas están cruzadas durante mucho tiempo, se corta la circulación sanguínea y, al cabo del rato, experimentarás sensación de hormigueo. E, incluso, se pueden dormir tus piernas. Las mismas causas que provocan el dolor de espalda y cuello pueden afectar a tu nervio ciático. Entonces acabarás con dolor en la parte inferior de la pierna. Además, también tendrás afectada la rodilla y la zona lumbar.

Hablar y escribir

Uno de los peores hábitos que se adquieren en la oficina es hablar por teléfono y escribir, al mismo tiempo, en el ordenador. Esta costumbre es fatal para el dolor de espalda y cuello. Sí, es cierto que hay trabajos que potencian este hábito, ya que es necesario hablar con un cliente o con un proveedor, y tomar notas al mismo tiempo. Pero se trata de un gesto fatal para las cervicales. Lo ideal sería que pudieras usar el teléfono en modo manos libres, evitando de esa forma futuras molestias en espalda y cuello. Y previniendo, además, el dolor de cabeza que suele acompañar a estos síntomas.

Estamos a tu lado

Esperamos que este contenido haya sido de tu interés, y que incorpores estos hábitos saludables en tu vida laboral para evitar el dolor de espalda y cuello. El equipo de profesionales de Assegur trabaja incansablemente para poder atender tus necesidades. En este sentido, cada vez son más los andorranos que contratan nuestro seguro de salud para tener una asistencia sanitaria de mejor calidad y eficiente. Visita nuestra página web y contacta con nosotros para más información. Estaremos encantados de atender tus consultas para orientarte y ofrecerte el seguro de salud que se adapta a tus necesidades.