Esquiar fuera de pistas | ¿Por qué no deberías hacerlo?

Esquiar fuera de pistas | ¿Por qué no deberías hacerlo?

Con la llegada del invierno, llega también la práctica del deporte favorito de muchas personas. Las estaciones de esquí comienzan su temporada y se llenan de aficionados de todos los niveles. También, los más atrevidos deciden ponerse a prueba al esquiar fuera de pistas. Pero, ¿es recomendable hacerlo?

Cómo funcionan las zonas de esquí

Si no tienes experiencia esquiando o no tienes del todo claro la diferencia entre las zonas de una estación para esquiar, debes saber que existen dos exactamente. Por un lado, está la zona oficial de las pistas, que es donde se concentran las aglomeraciones.

Dentro de esta podemos encontrar los recorridos preparados para el descenso, que están balizados, señalizados y además controlados por la propia estación y quienes allí trabajan. También, aquellas partes que son un nexo de unión entre dos pistas y que cuenta con enlaces habilitados formar parte de ella.

En segundo lugar, encontramos la zona fuera de las pistas. Esta comprende las vías y todas las variantes que los propios usuarios abren utilizando sus propios medios. En muchas ocasiones, para poder acceder, deben usar los remontes de la zona anterior. Este espacio no se encuentra habilitado, y por lo tanto carece de señalización, balizado, protección de los peligros de la montaña o algún tipo de control. Aún así, no son pocas las personas que se aventuran a esquiar fuera de pistas.

La seguridad al esquiar fuera de pistas

Uno de los aspectos más importantes cuando vamos a esquiar es la seguridad, ya que es un deporte que no está exento de grandes riesgos. Sin embargo, la regulación no es igual dentro de la estación que al esquiar fuera de pistas.

En la primera, es la estación la que se hace responsable de lo que pueda suceder. Pues son diversos los factores que pueden implicar riesgo o producir un accidente. Por ejemplo, las condiciones meteorológicas desfavorables, el nivel técnico, el estado de la nieve, cómo actúen los usuarios que se encuentran allí y un largo etcétera. A través de la propia señalización y demás elementos, la estación garantiza la seguridad dentro de lo que puede controlar.

Sin embargo, al esquiar fuera de pistas no contamos con la protección de la estación de esquí. Pero no solo eso, sino que tampoco estamos cubiertos por nuestra póliza del seguro de esquí, en el caso de contar con ella.

Aunque existe un reglamento interno para las estaciones de esquí, estas pueden añadir otras adicionales que solo tienen validez en la suya en concreto. De acuerdo con estas normativas, al esquiar fuera de pistas, el usuario lo hace asumiendo por sí mismo todo el riesgo. Y no se tiene en cuenta si el acceso fue a través de una de las estaciones. No obstante, estas deben proporcionar información genérica como forma de aviso.

En lo que respecta a los riesgos de esquiar fuera de pistas, hay que tener en cuenta que además de los propios de este deporte, se le añaden posibles placas de hielo, rocas no visibles o aludes. Al no circular las máquinas de nieve por esas zonas, los riesgos se multiplican.

Dicho esto, queda claro que esquiar fuera de pistas no es recomendable. No solo estamos corriendo un riesgo innecesario, sino que podemos poner en juego nuestra vida al no contar ni siquiera con algún tipo de cobertura. Para la protección dentro de pista, puedes contactar con Assegur y te asesoraremos.