En cuestiones de seguros, los tipos de vivienda que podemos diferenciar van en función del uso que le damos a esta. De esta forma, el seguro para la segunda casa es tan imprescindible como el seguro de hogar para la vivienda principal.
Suele tratarse de la casa donde vamos de vacaciones; ese lugar donde pasamos un mes al año o los fines de semana. Partiremos entonces de la base que la vivienda principal necesitará muchas más coberturas que la segunda casa, pero esta también debemos asegurarla y tener en cuenta las circunstancias que la rodean.
El seguro para la segunda casa
Un seguro de hogar en la segunda vivienda nos hará estar tranquilos ante cualquier imprevisto que pueda ocurrir, mientras estamos en esta casa como mientras no estamos; que será la mayor parte del tiempo.
La segunda vivienda es aquella en la que residimos de forma ocasional, por lo tanto no necesitaremos las mismas coberturas que en la casa habitual. No obstante hay cuestiones que debemos tener atadas.
Es imprescindible tener nuestra segunda casa asegurada ante robos, ya que nos pasamos la mayor parte del tiempo ausentes. Estas son las ocasiones en las que los ladrones aprovechan para entrar en las casas que están deshabitadas la mayor parte del tiempo.
Una póliza flexible con las coberturas básicas es lo ideal
Una cobertura a tener en cuenta en la segunda vivienda es la de los daños estéticos. No es algo que solamos incluir en nuestra casa habitual, pero debemos tener en cuenta que mientras no estamos en la segunda casa, pueden ocurrir imprevistos como inundaciones, incendios, daños eléctricos, la climatología… que provoquen daños estéticos en la casa.
Las compañías de seguros ofrecen pólizas especiales para casas vacacionales, que tienen las coberturas básicas para este tipo de residencias. Debemos ser precavidos y tener cubierta nuestra propiedad, como hemos dicho antes, sobre todo durante el tiempo en el que no estamos en la casa.
Para esto tendremos que tener un seguro que cubra los daños en el continente de la casa, y si queremos, en los bienes que tengamos dentro; que no suelen ser objetos de valor, solo electrodomésticos o muebles. No podemos olvidarnos tampoco del seguro de responsabilidad civil, para cubrir cualquier daño a terceros que pueda causar uno originado en nuestra casa.
Las ventajas de una póliza expresamente creada para una segunda vivienda es que es flexible. Con una cobertura del continente y una cobertura de reparación de electrodomésticos podemos estar tranquilos ante cualquier cosa que pueda ocurrir, estemos en la casa o no.
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