Seguro que desde que eres pequeño llevas oyendo que comer despacio es importante. Pero lo más seguro es que no te hayas parado a pensar por qué lo es y mucho menos a ponerlo en práctica. Vivimos en una sociedad que remarca la importancia de qué alimentos son mejores para nuestra salud, pero poco se habla de cómo comerlos, por lo que en este artículo repasaremos su importancia y cómo puedes implementarlo en tu día a día.
¿Por qué es importante?
Si prestamos atención a los aspectos más negativos de comer deprisa, engullendo la comida, nos encontramos con un aumento de gases, una digestión más pesada, problemas de estreñimiento, aumento de peso e incluso problemas estomacales más complejos.
Si practicas diariamente el comer despacio, no solo evitarás los problemas descritos anteriormente, sino que te aportará muchos más beneficios. Probablemente redescubras el placer de saborear más las comidas y disfrutes más de los alimentos, además de absorber mejor los nutrientes que estos nos aportan o tener mejores digestiones.
Cómo empezar
Lo ideal para comenzar a comer despacio es que modifiques tus hábitos de consumo de alimentos. Por ejemplo, busca lugares tranquilos en los que comer con más calma. Esto incluye que, si eres de los que no puede comer sin ver la televisión, será algo que tendrás que cambiar. Y por supuesto, nada de comer mientras trabajas, puede que te ahorres unos minutos, pero te sentirás más lleno y esto también repercutirá en tu trabajo.
La alimentación consciente
Una técnica que te puede ayudar enormemente a comer despacio y que está cobrando cada vez más relevancia es el mindful eating o alimentación consciente. Consiste en practicar la atención plena o mindfulness durante las comidas, lo que te ayudará enormemente a comer despacio y saborear mucho más la comida. Tienes que prestar atención a las sensaciones que produce la comida y la bebida en tu cuerpo. Observa cómo es la sensación al introducir en la boca una porción pequeña, degustarla, masticarla y tragarla. Es importante estar atentos durante todo el proceso, de esta forma comerás menos y notarás saciedad antes, pues al enfocar la atención en tu cuerpo y no en elementos externos sentirás cuándo estás lleno y es momento de dejar de comer.
Uno de los mayores problemas para comer despacio es la gran desconexión entre las señales que manda el cuerpo y nuestra forma de recibirlas e interpretarlas. Cuando estás comiendo, pero distraído con otra tarea, estas señales serán pasadas por alto y tenderás a comer más cantidad y más deprisa.
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