El crecimiento de las ventas de las motos eléctricas es una realidad y las cifras superan todas las expectativas. Debido a las presiones medioambientales, cada vez más marcas apuestan por este tipo de modelos. ¿Cuáles son las ventajas que presentan frente a las de combustión?
Las motos eléctricas en números
Gracias a programas como el Plan Engega, Andorra es uno de los países con mayor número de vehículos eléctricos. De acuerdo con los datos recogidos sobre las matriculaciones, se ha posicionado concretamente en el top cinco de Europa en la penetración de ventas de los vehículos con motor eléctrico.
Las buenas previsiones están logrando que cada vez más marcas apuesten por este tipo de modelos. Así, no solo aumenta la variedad, sino que además mejoran progresivamente las prestaciones que ofrecen. En consecuencia, también encontramos ya seguros específicos para las motos eléctricas.
Las principales dudas que despiertan las motos eléctricas hacen referencia a la autonomía de las mismas. Si bien es cierto que la duración de la batería es limitada y que puede reducirse en épocas de frío, la media se sitúa en una recarga semanal. Además, los avances tecnológicos permiten que la autonomía sea cada vez mayor.
¿Y qué hay de sus ventajas?
En el mercado de las motos eléctricas podemos encontrar ya opciones muy variadas y versátiles, por lo que es posible encontrar una que se ajuste a nuestras necesidades. A continuación te dejamos las principales ventajas que nos ofrecen frente a las motos convenciones.
Más respeto por el medio ambiente
Las motos eléctricas no utilizan combustibles fósiles para funcionar, por lo que no colaboran con la destrucción del medio ambiente. Además, tampoco generan emisiones tóxicas, así que ayudan a mantener las ciudades más limpias.
No es necesario repostar
Otra de las ventajas de las motos eléctricas es que no necesitan repostar en una estación de servicio. Por el contrario, sí necesitan recargar la batería y el tiempo es mayor. Sin embargo, es posible hacerlo desde casa con un kit específico, de modo que también ganamos en comodidad.
Menor mantenimiento
Las motos eléctricas no utilizan aceite y cuentan con menos piezas que las tradicionales. De esta manera, el mantenimiento y la aparición de posibles averías se reducen, y las reparaciones se vuelven también más limpias.
Ahorro en los impuestos
Al no emitir gases ni olores, se obtienen ventajas en los impuestos. Además, es posible disfrutar de las subvenciones que existen para este tipo de vehículos y lograr así una reducción en el coste de adquisición.
Menor contaminación acústica
Además de los gases tóxicos, las motos eléctricas tampoco contribuyen a la contaminación acústica, ya que son silenciosas. Tampoco es necesario un tiempo de calentamiento ni se modifica la temperatura en sus piezas.
