La importancia de los limpiafaros en coches con luz xenón

La importancia de los limpiafaros en coches con luz xenón

El avance de las tecnologías nos permite disponer de mejores elementos de seguridad para nuestros vehículos. No obstante, antes de incorporarlos a nuestro coche, debemos tener en cuenta si cumplimos con la normativa. Las luces de xenón requieren obligatoriamente de los limpiafaros. Aquí te lo contamos todo.

Qué son las luces de xenón

Cuando hablamos de las luces o los faros de xenón para vehículos, hablamos de una lámpara de descarga de gas. En concreto, es un faro de plasta con vapor de mercurio a alta presión. El xenón, por tanto, solo sirve para el encendido.

Para funcionar, un arco eléctrico debe arder entre dos electrodos de tungsteno en una ampolla de cristal de cuarzo. Dentro de esta hay un relleno de gas xenón a alta presión, además de mercurio y sales metálicas. Gracias a un balastro electrónico se produce el impulso de alta tensión necesario para el encendido. Este se encarga también del control de la intensidad de la luz.

El haz de estos faros es blanco y brillante, y tiene una potencia mayor que los halógenos convencionales. Por este motivo, existen en el mercado kits de instalación postventa. El problema está en que no todos ellos están homologados o son compatibles con nuestro vehículo. Si carecemos de un sistema de regulación, aparece el deslumbramiento. Además de ello, la normativa obliga a que este sistema incluya los limpiafaros.

Por qué deben incorporar las luces de xenón los limpiafaros

Ahora que ya sabemos cómo funcionan estas luces, podemos pasar a lo que dice la ley sobre los limpiafaros. Concretamente, cuando estos faros superan los 2.000 K deben incorporar de forma obligatoria un sistema de limpiafaros. De no ser así, además de no superar la ITV con éxito, corremos el riesgo de ser multados.

Las luces de xenón son faros HID, esto es, faros con una descarga de alta densidad. Son capaces de proyectar más de 3.000 lúmenes, frente a los 1.400 de las luces halógenas. Por esta razón, son muy valorados para la conducción nocturna.

Cuando no se incorporan los limpiafaros, puede acumularse polvo y suciedad, así como nieve o hielo. Además de limitar nuestra visibilidad, podemos deslumbrar a los coches que circulan en dirección contraria. Para evitarlo, se ha hecho obligatorio el uso de los limpiafaros.

Si hemos decidido instalar un kit de luces de xenón, debemos acudir a un profesional que incluya la reforma de nuestro sistema. Reciben el nombre de homologadores privados. Una vez hecho el cambio, que debe incluir los limpiafaros, acudiremos a una estación de ITV para adquirir allí la homologación oficial. Hasta que no la obtengamos, no podemos circular con estas luces.

Antes de elegir un kit de luces de xenón, debemos verificar que es compatible con nuestro vehículo y que quien realice el cambio conoce la normativa. Carecer de un sistema de regulación y de los limpiafaros lleva implicado una multa.

Tres trucos para pulir los faros del coche

Tres trucos para pulir los faros del coche

Con el paso del tiempo, los faros se van ensuciando por las partículas de polvo, los insectos y las piedras que podemos encontrar por el camino. Se trata de un problema inevitable que, de no tratarse, comienza a afectar a la visibilidad durante la conducción. En este artículo te dejamos algunos trucos para pulir los faros del coche.

Cómo pulir los faros del coche

Para pulir los faros del coche siempre podemos acudir a algún taller para que nos lo hagan. Sin embargo, se trata de una operación que no tiene mayor complejidad y que podemos realizar en media hora. Si eres de esas personas que disfruta haciendo ellos mismos las cosas, los trucos que te vamos a dejar te serán de gran ayuda.

Recuerda que cuando los faros se ensucian, la luz se vuelve difusa y su rendimiento disminuye. Cuando esto sucede, la visibilidad para quien conduce es menor, lo que implica un mayor riesgo de accidente. Para que no te suceda, a continuación te contamos cómo pulir los faros del coche.

Pasta de dientes blanqueadora

La manera más conocida para pulir los faros del coche es utilizando la pasta de dientes. Se recomienda que sea blanqueante, ya que cuenta con partículas abrasantes que nos ayudarán a quitar la suciedad más incrustada. No obstante, si tenemos otra en casa también nos puede valer.

Simplemente debemos lavar primero los faros con agua y jabón y una esponja. Una vez hecho esto pasaremos a pulir los faros del coche con la pasta de dientes. Colocaremos una capa no demasiado gruesa y la dejaremos actuar unos minutos, vigilando que no se seque. Con un paño iremos frotando hasta que los faros queden limpios. Después volveremos al agua y jabón. Se recomienda no utilizar estropajos ya que volverá el cristal más opaco.

Pulimento líquido

Si la opción de la pasta de dientes no nos convence para pulir los faros del coche, podemos utilizar también un pulimento líquido. Este remedio es especialmente útil cuando aquellos ya están bastante sucios.

Para su utilización solo debemos seguir las instrucciones del envase, ya que estos pueden adquirirse en cualquier ferretería o droguería. No obstante, una vez que lo hayamos aplicado, podemos utilizar también la pasta de dientes para el acabado final.

Pulimento con bicarbonato y vinagre

Tanto el bicarbonato como el vinagre son productos que se emplean para muchos remedios caseros. El lavado del cabello, sacar brillo a la plata o limpiar el suelo son algunos de los usos que se atribuyen a estos productos. Debemos añadir ahora el de pulir los faros del coche.

Mezclaremos una taza de bicarbonato con vinagre y esperaremos a que haga reacción creando una espuma. El bicarbonato es abrasivo mientras que el vinagre es el que nos permite sacar brillo. Frotaremos con un paño y posteriormente lavaremos con agua.

Y hasta aquí nuestros trucos para pulir los faros del coche. Esperamos que os hayan sido de utilidad y que os permitan conducir con la máxima seguridad. Recuerda que si necesitas un seguro con las máximas prestaciones, solo te tienes que poner en contacto con nosotros.