Cuando vamos a comprar un vehículo, una de las dudas que nos suelen surgir es con respecto al combustible. Elijamos diésel o gasolina, ambas opciones tienen sus ventajas y sus inconvenientes, por lo que debemos decantarnos por aquella que más se ajuste a lo que necesitamos. En este artículo te dejamos las claves.
Restricciones a los combustibles
Las normativas que afectan a la circulación se han ido endureciendo para ajustarse a los acuerdos internacionales. Las emisiones tóxicas que se emiten a la atmósfera deben reducirse. Por lo tanto, a lo largo de los próximos años, o quizás décadas, irán limitándose más y más hasta reducir al máximo la contaminación.
Algunas ciudades como Madrid o Barcelona han comenzado ya a aplicar políticas restrictivas. Con ellas, se prohíbe la entrada al interior a los vehículos que no cuenten con un distintivo de la DGT. Existen cuatro categorías diferentes, y por norma general se prohíben aquellos vehículos diésel anteriores al 2006, y los de gasolina anteriores al 2000. Sabiendo esto, vamos a conocer qué tener en cuenta para elegir entre diésel o gasolina.
En qué debemos fijarnos para elegir diésel o gasolina
Los coches actuales, sean diésel o gasolina, buscan la eficiencia en el consumo de combustible, y la reducción en las emisiones tóxicas. Para elegir entre ambos, debemos valorar los siguientes aspectos:
El kilometraje
El impuesto especial sobre los hidrocarburos es susceptible de sufrir un incremento, por lo que el gasóleo y la gasolina igualarán su precio. Haciendo un cálculo entre los consumos diésel o gasolina, se llega a la conclusión de que cuando más alto sea el precio del carburante, antes vamos a amortizar el vehículo diésel. Dado que el consumo real con gasolina es más elevado, debemos asegurarnos de realizar un mínimo de kilómetros al año para que el diésel sea rentable.
Tipo de trayecto
Otra de las particularidades entre diésel o gasolina es el trayecto que vamos a realizar. No es lo mismo desplazarnos por el centro de la ciudad que realizar recorridos largos por carretera. Los filtros de las partículas de los diésel actuales no funcionan bien en trayectos cortos en ciudad.
El motivo es que no se alcanza la temperatura adecuada para el funcionamiento del motor. Debemos hacer recorridos de más de 10 km entre paradas, que duren más de 15 minutos o que las revoluciones superen las 2.500. De lo contrario, elegiremos uno de gasolina.
Modelo de vehículo
Elegir un motor adecuado, diésel o gasolina, varía también según el modelo del vehículo. Teniendo claro que los de gasolina son mejores para entornos urbanos y distancias inferiores a los 30.000 km/año, hay que fijarse también en el tipo.
En los compactos la cifra puede descender a los 25.000 km, y en los monovolumen con más de 4,5 m, la diferencia de consumo puede superar los 3 litros/100km, por lo que la cifra para amortizar desciende a los 15.000 km.
