El buen mantenimiento de nuestro vehículo es fundamental, tanto por nuestra seguridad como para la propia conservación de sus elementos. Uno de los aspectos clave es la alineación de ruedas, que puede llegar a afectar incluso al consumo de carburante. ¿Sabes en qué consiste?
Qué es la alineación de ruedas
Cuando hablamos de alienación de ruedas hacemos referencia al ángulo que las cuatro llantas deben mantener entre sí. De esta manera, podrán trabajar en paralelo unas con otras. No existe un ángulo fijo para todos los vehículos, sino que este dependerá tanto del peso que soportan las llantas delanteras y traseras, el diseño o la resistencia que tengan los muelles, entre otros.
A medida que circulamos, la alineación de ruedas se va perdiendo. Por este motivo, cada cierto tiempo es necesario que la verifiquen en un taller profesional, y que la ajusten en el caso de que sea necesario.
Cuando una de las cuatro cubiertas no va alineada con las demás, comienzan a aparecer los problemas. Esto se debe a que no apoyan correctamente en el suelo y no mantienen un eje adecuado con respecto a la carretera.
Tipos de desalineación
Existen tres tipos diferentes de desalineación que podemos experimentar en nuestro vehículo. La primera es la convergente. En esta, los neumáticos delanteros están orientados hacia dentro, y la parte que sufre mayor desgaste es la exterior.
En la divergente, es la parte interior la que sufre mayor desgaste si el eje motor señala hacia fuera. El tercer tipo es la no paralela, que significa que no hay paralelismo entre el eje de una rueda y el de la otra. Es decir, que cada una tiene un ángulo de inclinación diferente.
Las consecuencias de no alinear las ruedas
El problema más evidente que tendrá lugar si no prestamos atención a la alineación de ruedas es el desgaste de las mismas. Este se producirá de forma irregular, y por uno de los lados se volverá excesivo. La sintomatología serán las cubiertas muy gastadas por la parte de los flancos o bien vibraciones en las ruedas de delante.
La segunda consecuencia que se produce son las desviaciones de la dirección. Estas se comprueban dejando el volante recto en una zona que no represente un peligro. Si el coche se desplaza hacia uno de los lados indica que hay algún fallo en la alineación de ruedas.
En tercer lugar, una dirección rígida. ¿Qué significa esto? Que tendremos que hacer un esfuerzo extra para poder girar el volante. Por último, el aumento del consumo de combustible es otro indicador de que debemos pasar por el taller.
